Educación

UNLP: Hospital de Simulación de Medicina cuenta con respiradores de emergencia desarrollados por Ingeniería

El dispositivo fue diseñado y construido tomando como base un AMBU, que es una bolsa auto-inflable que se utiliza en los equipos de emergencia para proporcionar aire en los pulmones a pacientes con problemas respiratorios.

Entre las características del respirador de la Universidad Nacional de La Plata se destaca que posee funciones similares a las de un modelo de alta gama, pero a un costo mucho más reducido. Mientras que un equipo comercial cuesta entre 10.000 y 50.000 dólares, el construido por ingenieros aeronáuticos, mecánicos, electromecánicos y electrónicos del CTA- GEMA tiene un valor en su producción de alrededor de los 1000 dólares.

El acto de entrega de los dispositivos se realizó en el Hospital de Simulación Clínica (HoSiC) de la Facultad de Ciencias Médicas. Por la Unidad Académica estuvieron presentes el decano de Medicina Juan Ángel Basualdo Farjat y la vicedecana Mónica Esther Ferreras. También participó la directora del Hospital Universitario Integrado Liliana Elizabeth Fishkel; el secretario Norberto Baumgartner; el coordinador en el HoSiC  Juan Mori Odicio; y  Fernanda Retes, instructora en simulación.

En representación de la Facultad de Ingeniería asistieron, Marcos Actis, director del Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) y vicepresidente Institucional de la UNLP; Guillermo Garaventta, investigador de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) que trabaja en el CTA, Daniel Hamann y demás integrantes del mismo centro y del Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA) que participaron del desarrollo.

Durante el encuentro el decano de Medicina resaltó que, aunque muchas personas creen que la pandemia desapareció, esto no es así. «La pandemia sigue estando», afirmó y recordó la situación límite a la que llegaron las terapias intensivas en la ciudad de La Plata por casos graves de Covid-19.

En ese sentido, destacó el desarrollo obtenido por la Facultad de Ingeniería. «Esto demuestra cómo tienen que interactuar las distintas facultades, interdisciplinariamente, para poder llevar las cosas adelante y mostrar el potencial dentro del área de salud que tiene la Universidad. Esto es un gran ejemplo de lo que la UNLP puede brindarle a la sociedad en momentos clave», declaró.

En el CTA-GEMA trabajan más de 70 integrantes. El director del Centro Tecnológico Actis recordó que, cuando comenzó la pandemia y el confinamiento, pensaron en generar trabajos colaborativos. En ese entonces, una de las preocupaciones más grandes era la escasez de respiradores y, viendo los desarrollos que se hacían en el mundo, propuso encarar la construcción de un respirador mecánico. En simultáneo, la Agencia de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) lanzó una convocatoria para financiar investigaciones relacionadas al COVID-19. Y el proyecto de la Facultad de Ingeniería fue uno de los seleccionados.

«A principios de mayo del 2020 el GEMA retornó a las tareas presenciales por los requerimientos de certificación que pedían los comitentes involucrados en las cadenas de valor declarados esenciales. Esto facilitó la construcción y ensayos en nuestros laboratorios, al igual que la confección de máscaras de protección, elementos para el Laboratorio VacSal de la Facultad de Ciencias Exactas, y otras actividades relacionadas con asistir a aquellos afectados por el confinamiento», enumeró Actis. Entre estos trabajos se destaca el desarrollo de los respiradores.

El objetivo de la donación es que puedan ser utilizados por los estudiantes o personal de salud durante sus prácticas. De ese modo, podrán contar con un dispositivo que les permitirá ver el proceso respiratorio que ocurre en un paciente. En ese sentido, Dra. Liliana Fishkel, directora del Hospital Universitario Integrado, afirmó que el respirador «nos será de gran utilidad para brindar asesoramiento y capacitaciones al personal de salud en la utilización de asistencia mecánica respiratoria».

Durante el periodo de aislamiento social estricto los ingenieros trabajaron a contrarreloj y lograron desarrollar cinco prototipos de respiradores. «El equipo es programable, versátil y cómodo de usar. Posee una pantalla de configuración donde se puede elegir el modo de funcionamiento, ya sea en Control por Volumen (CV) o en Control por Presión (CP). Además, se puede programar la frecuencia respiratoria, que puede variar entre 7 y 30, el Volumen entre 300 y 700 cm3. Cuenta además con un sistema de alarma para controlar la presión máxima de aire que se está aplicando al pulmón», detalló Garaventta.

El equipo es portátil y funciona a baterías tanto de plomo como de litio. Actualmente se lo integró con baterías de plomo por razones de costo. Solo con las baterías de plomo es capaz de funcionar entre unas 4 a 6 horas, dependiendo del modo de programación ejecutado. Otra característica es que puede funcionar con paneles solares, lo que lo hace muy útil para ser usado en regiones aisladas y sin electricidad.

En este proyecto la parte de electrónica, software y pruebas de validación está a cargo de los ingenieros Garaventta y Daniel Hamann. En tanto que en el desarrollo de la mecánica se desempeñan integrantes del GEMA liderados por el ingeniero Facundo Pasquevich. También participan Marcos Actis, como director de la iniciativa; Pablo Ringegni; Alejandro Patanella; Mariano Mundo; Diego Day; Ariel Gamarra; Carlos Curell; Sergio Bustamante; Elmar Mikkelson; Sebastián Delnero y, en la parte administrativa, Gabriela Tavera.

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