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Ucalp propone el desafío de elegir entre carreras tradicionales y modernas

En la actualidad, la elección de una carrera universitaria representa un desafío significativo para los jóvenes, quienes deben optar por las tradicionales o las más emergentes.

María Navarro, Prof. de Informática y Licenciada en Ciencias de la Educación,  brindó su perspectiva sobre la evolución de las profesiones en un mundo cada vez más tecnológico.

La tecnología ha transformado numerosas facetas de nuestra vida, y el ámbito laboral no es la excepción. Sin embargo, ¿significa esto el fin de las carreras tradicionales? ¿Cómo deben adaptarse los sistemas educativos para preparar a los estudiantes para los trabajos del futuro? Estas son algunas de las preguntas que exploró  la actual Secretaria Académica de la Facultad de Humanidades de la UCALP, quien enfatiza la importancia de combinar las herramientas tecnológicas con un enfoque humanista y ético en la educación.

«No creo que la tecnología marque el fin de las carreras tradicionales, sino que actúa como una herramienta que está cambiando la forma en que se desarrollan y se llevan a cabo. Si bien algunas profesiones pueden experimentar cambios drásticos o incluso desaparecer, muchas otras se ajustarán y progresarán para incorporar nuevas tecnologías, lo cual mejorará su efectividad y alcance.Lo que se debe analizar es la manera que se enseña y se aprende hoy en día. Y esto es algo que muy pocos se detienen a pensar. Las tecnologías deben ser un medio y no un fin. La inteligencia artificial es muy buena, pero cómo hacemos uso de ella es lo que hay que enseñar», dijo Navarro.

«En el futuro, los trabajos se verán enfrentados a desafíos tales como la automatización, la inteligencia artificial y la continua necesidad de actualizarse en habilidades. Las empresas estarán en búsqueda de profesionales que sean capaces de adaptarse, posean habilidades digitales altamente desarrolladas y tengan competencias para resolver problemas complejos. Se dará un alto valor a la creatividad y a la habilidad de trabajar en equipos interdisciplinarios.Y para eso las universidades deben estar preparadas y asumir el rol de ser puentes para que los alumnos desarrollen esas habilidades.

Al abordar las diferencias entre las carreras tradicionales y las carreras modernas, Navarro comentó que «las carreras convencionales, generalmente, se concentran en disciplinas establecidas y prácticas históricas, a diferencia de las carreras contemporáneas, que se enfocan en campos emergentes impulsados por avances tecnológicos. Tanto las carreras tradicionales como las modernas son importantes. Las primeras brindan bases necesarias y valiosas experiencias, mientras que las segundas se enfocan en satisfacer requerimientos actuales y futuros del mercado laboral».

Para tener éxito en los trabajos del futuro, los jóvenes deben desarrollar una combinación de habilidades técnicas y blandas. Hoy la tendencia en muchas instituciones educativas es trabajar a partir del enfoque STEM, que desarrolla las habilidades del siglo XXI, las cuales, articuladas con los conocimientos y las actitudes, permiten el desarrollo integral del estudiante. Cuando se habla de “educación integral”, tenemos que pensar en enseñar a los estudiantes a tener un pensamiento crítico, a tener una alta capacidad de resolución de problemas, ser creativos, comunicarse eficazmente, ser colaborativos, aprender sobre el manejo de grandes volúmenes de datos y aprender sobre el pensamiento computacional, pero también a tener una actitud solidaria y propositiva con el otro.

FUENTE: Universidad Católica de La Plata

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