Con el objetivo de identificar la incidencia de la violencia laboral hacia los médicos de la provincia de Buenos Aires, FEMEBA realizó su cuarta encuesta consecutiva en el ámbito bonaerense. El porcentaje de incidencia de los episodios de violencia se ha mantenido a lo largo de cada edición de nuestra encuesta: casi el 40% de los médicos encuestados refieren haber vivenciado al menos un episodio en el último año.
La violencia es un rostro con distintas caras aunque los encuestados coinciden en señalar que la demora en el tiempo de atención médica resultó ser el desencadenante más frecuente. El informe sostiene que por cada episodio de violencia hacia el médico en el ámbito privado, hubo tres en el ámbito público. Así también, se visualiza una sostenida cuestión de género, donde por cada médico varón que experimentó violencia de algún modo, hubo dos médicas mujeres en la misma situación.
La violencia verbal ocupa la modalidad preponderante y no hay que perder de vista que los médicos pueden sufrir más de una modalidad en un mismo acto médico. Prueba de ello es que el 68% fueron agredidos verbalmente por el paciente o familiares. En promedio, un 24% fue agredido a través de las redes sociales y un 5% por medio del uso de la fuerza.
Llama la atención que el 62% de los pacientes ya habían sido atendidos con anterioridad. Además, el 85% de los casos no se encuadran en urgentes necesidades de atención. Y sin embargo en el 80% de los casos se brindó asistencia médica.
La evidencia muestra que el 89% de los médicos asegura estar estresado y de ellos, el 32% lo percibe como una sensación permanente.
Sumado a tal estado de cosas, el 66.6% dice que ha ido perdiendo el entusiasmo en la profesión y el 11% manifestó sentirse presionados por los pacientes en forma permanente.
La situación laboral y emocional de los médicos guarda relación con las experiencias de violencia ejercidas contra él en el ejercicio de su profesión.