Educación

La ANMAT aprobó el primer test rápido de COVID-19 desarrollado por la UNLP

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó el primer test serológico rápido de COVID-19 ciento por ciento nacional, desarrollado en los laboratorios de la Universidad Nacional de La Plata. El dispositivo detecta anticuerpos en sangre y permite saber, en apenas 5 minutos, si una persona está o estuvo infectada con el virus SARS-CoV-2.

El test fue creado por científicos del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (CINDEFI), ubicado en la Facultad de Ciencias Exactas, dependiente de la UNLP y el CONICET. El equipo es liderado por los  doctores Sebastián Cavalitto y Gastón Ortiz.

Tras ser sometido a un riguroso proceso de validación, el test serológico rápido obtuvo la aprobación de la ANMAT y, en consecuencia, ya está en condiciones de ser comercializado. Según adelantaron sus creadores, saldrá al mercado con el nombre de FarmaCov test.

El principio de este tipo de prueba de diagnóstico se basa en la detección de anticuerpos en sangre mediante un principio inmunocromatográfico y detección visual. Así, el resultado se observa a simple vista, por aparición de líneas de color. Como ocurre con otros test similares que determinan anticuerpos, indican que la persona estudiada está o estuvo en infectada con el virus. Una de las principales ventajas es que permite realizar estudios poblacionales a gran escala y, desde el punto de vista epidemiológico, realizar mapeo y segregación de áreas contemplando métricas como incidencia de la enfermedad e inmunidad poblacional adquirida.

El Doctor Sebastián Cavalitto, Investigador de CONICET, profesor de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y director del CINDEFI, explicó que “este tipo de test denominados rápidos se encuentran orientados a su aplicación en puntos de atención primarios, permitiendo brindar una solución práctica y veloz para el diagnóstico de COVID-19 en salas barriales o comunales de primeros auxilios, unidades febriles y guardias de hospitales zonales. Se prevé -agregó- que su uso le permita al personal sanitario tomar conocimiento complementario al cuadro clínico mediante la detección indirecta de COVID-19 por evaluación de su respuesta inmune”.

¿Cómo funciona el test?

El Doctor Gastón Ortiz Investigador de CONICET y Profesor del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional de Hurlingham detalló cómo funciona el dispositivo: “El principio de este tipo de herramienta se basa en la detección cualitativa de los dos principales tipos de anticuerpos que se desarrollan al contraer COVID-19, uno de ellos es de respuesta temprana IgM y otro de respuesta tardía IgG. La detección, de estos anticuerpos se realiza mediante la toma de una gota de sangre obtenida por punción digital, con un pequeño pinchazo en el dedo tal como se practican de rutina las personas diabéticas. Luego, la gota de sangre se coloca en un dispositivo plástico casete que contiene en su interior una tira reactiva.  A continuación, se adiciona una gota de un reactivo químico, que permite identificar la presencia de estos anticuerpos mediante la aparición de una o dos líneas de color en la tira reactiva, que son fácilmente visibles en una pequeña ventana que posee el casete”.

Así nació el FarmaCov test

“Al momento de la aparición de los primeros casos de COVID-19 en el país, la Argentina no poseía desarrollos locales de sistemas de detección de la enfermedad, tanto en forma molecular (detección del virus por RT-PCR) como serológica (por detección de anticuerpos anti COVID). Fue en ese momento que, desde el grupo de Biotecnología de enzimas del CINDEFI, pensamos que era necesario aportar nuestro conocimiento y esfuerzo para aportar al país una herramienta local para la lucha contra la pandemia”, subrayó Cavalitto.

Por su parte, Ortiz indicó que “la primera etapa consistió en tareas de análisis bioinformáticos (estudios en computadora) y estudio bibliográfico de los escasos reportes científicos de los cuales disponíamos en ese momento sobre el conocimiento de esta nueva enfermedad. Esta primera instancia nos permitió planificar de una forma ordenada lo que íbamos a realizar experimentalmente y cuál sería el abordaje científico y tecnológico que adoptaríamos para el desarrollo de los test. Fue allí que decidimos adoptar la tecnología de test rápidos para iniciar el desarrollo. La siguiente etapa, consistió en diagramar los experimentos y ensayos a realizar para cumplir con los objetivos y, sobre todo, con los plazos propuestos para alcanzarlos. Esta etapa fue de mucho trabajo de logística del proyecto, búsqueda de insumos, contacto con proveedores, recursos materiales y consolidación del equipo de investigación”.

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