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Estudian patologías bucales en músicos que tocan instrumentos de viento

Repetir los mismos movimientos una y otra vez durante horas de práctica diarias puede ser cansador. Pero además puede causar problemas. El caso más extremo sea tal vez el de los pies de las bailarinas de ballet. Pero puede pasar en otras profesiones en las que hay que “poner el cuerpo”, como es el caso de los músicos.

Existe un gran número de patologías bucales en personas ejecutantes de instrumentos de viento, ya que las estructuras implicadas sufren un exceso funcional manteniendo movimientos y posturas de gran duración. Los músicos utilizan la lengua, los labios, las mejillas y los dientes para introducir el aire dentro del mismo a una presión determinada.

El estímulo prolongado puede dar origen a lesiones producto de una respuesta adaptativa del cuerpo o bien puede causar secuelas por los traumatismos generados al usar instrumentos musicales.

Frente a esta situación desde la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de La Plata buscan determinar cuáles son las afecciones bucales prevalentes en este tipo de población, con la necesidad de realizar estudios clínicos que permitan obtener evidencias de la naturaleza de la relación entre los instrumentos de viento y la cavidad bucal. Se busca optimizar los posibles tratamientos odontológicos para estas personas.

La característica predisponente más importante es el hecho de repetir los mismos movimientos durante horas de práctica, el tamaño y el peso del instrumento y el tipo de boquilla o embocadura.

¿Es riesgoso tocar un instrumento de viento?

Los instrumentos de viento son un elemento extraño en la boca que pueden producir a corto o largo plazo apiñamiento, desgastes incisales, hipertonía muscular, maloclusión dental, problemas periodontales entre otras patologías.

En este marco, Marta Rimoldi, directora del equipo de investigación, explicó cómo se lleva a cabo este proceso que comprende un estudio observacional, descriptivo y de tipo transversal: “se confeccionaron historias clínicas y se recolectó información con una encuesta estructurada de manera tal que nos permitió identificar las patologías presentes”.

Para implementar la encuesta se tuvieron en cuenta variables como tipo de instrumento de viento, características de las boquillas, cantidad de horas de ejercitación y cantidad de intervenciones en eventos musicales y participación en conjuntos.

Los instrumentos de viento se dividen en dos categorías: de madera y de metal, la diferencia entre ellos está en que los de madera producen el sonido por la vibración de sus componentes o caña, mientras que los de metal producen su sonido por los labios del músico.

También se tuvo en cuenta la variable de la cavidad bucal: patologías encontradas frecuentemente, tejidos duros y blandos orales afectados, ubicación de la lesión, alteraciones en maxilar superior, alteraciones en maxilar inferior.

En una segunda etapa se procedió a sistematizar los datos obtenidos, realizar el análisis de los mismos y elaborar los resultados y conclusiones.

Del estudio se desprende que “la práctica sistemática y continua de los instrumentos puede ocasionar distintos problemas de salud oral”.

Los problemas más frecuentes

Claudia Mendes, una de las investigadoras que forma parte del equipo, explicó que “de la muestra de músicos observados se desprende que existen signos de trabajo excesivo del orbicular de los labios manifestado como dolor, sensibilidad en las piezas dentarias anterosuperiores y recesión gingival de las inferiores como patologías más frecuentes”.

A la palpación presentaron una musculatura perioral hipertónica, señal del trabajo intenso de los músculos buccinadores y cigomáticos.

También se concluyó que las lesiones estomatológicas que se encontraron en gran parte se asocian al microtrauma del contacto con la boquilla de los instrumentos musicales de viento: queilitis descamativa, queilitis fisuradas y aftas.

Frente a esta situación desde la Facultad de Odontología recomiendan desarrollar estrategias de atención primaria de la salud, que incluyan la educación específica en esta temática a fin de evitar la aparición de patología, así como también realizar exámenes de diagnóstico y seguimiento a los instrumentistas de viento.

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