Distintas entidades del sector de la salud de la Ciudad impulsaron una guía de autoevaluación prequirúrgica para pacientes, de modo que puedan colaborar para obtener el mejor resultado posible en operaciones o prácticas a las que tienen que someterse.
La guía forma parte de la campaña Paciente Seguro que lanzaron semanas atrás en la Ciudad diversas instituciones que buscan llevar a cabo los preceptos de la Organización Mundial de la Salud para fortalecer los procesos de seguridad en establecimientos de salud.
La propuesta se encuentra en la web spa.org.ar/pacienteseguro/ e incluye 17 preguntas sobre la entrevista previa con el médico anestesiólogo, las experiencias previas con la anestesia, los medicamentos que consume el paciente, alergias y enfermedades crónicas; las técnicas posibles; instrucciones de ayuno (para sólidos y líquidos) que se deben cumplir antes de la cirugía;si se entregaron los exámenes médicos antes del procedimiento;si se toma conciencia sobre los riesgos, complicaciones y beneficios de realizarse la intervención; si se conocen las instrucciones para el postoperatorio.
Otros puntos de la guía marcan si le han entregado al paciente el consentimiento para el procedimiento médico, de modo tal que pueda leerlo y comprenderlo con antelación;y si ha entregado el consentimiento;si se aseguró el paciente que los profesionales que van a intervenir saben su identidad, el lugar y tipo de cirugía que le van a realizar;si el paciente conoce la identidad de todos los integrantes del equipo de salud que realizarán la intervención;como así también si le consta que todos los integrantes de ese equipo de salud están capacitados y si habrá un anestesiólogo presente en el comienzo, durante y al terminar el procedimiento;también la autoevaluación incluye si conoce los signos de alarma a tener en cuenta en la recuperación y a quien comunicarlos si se presentan; si hay un plan escrito de analgesia postoperatoria y si conoce el paciente y sus familiares el día y horario del control postoperatorio.
MISIÓN COMPARTIDA
La propuesta Paciente Seguro incluye también la carta de derechos de seguridad del paciente, y el objetivo de la misma: una misión compartida entre profesionales de la salud, instituciones y los propios pacientes.
Cabe indicar que desde la web de la campaña Paciente Seguro se pueden descargar distintos materiales: el folleto tríptico para salas de espera y afiches que se pueden exponer en las instituciones adheridas a la campaña que sigue los preceptos de la Organización Mundial de la Salud.
“La Organización Mundial de la Salud propone la Carta de derechos de seguridad del paciente como un norte a seguir con esperanza, garantizando que se proteja los derechos de cada paciente como principales actores de su propia seguridad”, indicaron en la Sociedad Platense de Anestesiología, una de las entidades impulsoras de esta iniciativa, junto al colegio de Médicos de la provincia de Buenos Aires (Distrito 1), las clínicas del Niño, Ipensa, el Hospital Español, el Instituto Médico Platense, el Instituto de Diagnóstico; Sanatorio Argentino y el centro de diagnóstico por imágenes Cimed.
DERECHOS DEL PACIENTE
Los 10 derechos de seguridad del paciente incluyen el derecho a una atención oportuna, eficaz y adecuada; a procesos y prácticas seguras de atención en salud; a contar con trabajadores sanitarios cualificados y competentes; a productos médicos seguros y a su uso seguro y racional; a instalaciones de atención de salud seguras y protegidas. También incluye “el derecho a la dignidad, el respeto, la no discriminación, la privacidad y la confidencialidad; a la información, la educación y la toma de decisiones apoyada; al acceso a los registros médicos; a ser oído y resolución justa y a la participación del paciente y su familia”.
Se estima que más de uno de cada diez pacientes ingresados a ámbitos de salud padece daño evitable de diferente magnitud, llegando incluso a la muerte. Caídas desde camillas que generan lesiones, ulceras por presión, infecciones asociadas al cuidado de la salud, daños nerviosos por traumas directos o posicionales, errores de medicación, errores de sitio quirúrgico o de identificación de personas, retardos en los diagnósticos o equivocados, son algunos ejemplos de daños agregados (no relacionados con la enfermedad de ingreso) y evitables”, informaron.
