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Aseguran que los tests de ancestralidad o ancestría “carecen de validez científica”

La Dirección Provincial de Registro de Personas Desaparecidas (DPRPD) informó en un comunicado que “los tests de ancestralidad o ancestría disponibles comercialmente carecen de validez científica para determinar filiaciones de primer, segundo y tercer grado y que su uso puede acarrear perjuicios a los cientos de buscadores y buscadoras que hoy invierten sus esperanzas en esta herramienta privada, con el fin de conocer su identidad de origen y encontrar a sus familiares más cercanos”.

“Así lo ratificó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, al expedirse sobre este tema a solicitud de la DPRPD”, indicó el organismo que depende del Ministerio de Seguridad en un comunicado.

La Dirección Provincial de Registro de Personas Desaparecidas del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires se ocupa desde hace veinte años de acompañar a ciudadanos/as adoptados o apropiados fuera del contexto del Terrorismo de Estado (1976-1983) que buscan su identidad de origen y que se llaman a sí mismos, “buscadores/as”.

“Estas personas, no disponen de bases de datos genéticas estatales con fines de establecer filiación,  como el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), así como tampoco son población objeto de Unidades Fiscales Especializadas como la que existe para casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado (UFICANTE). Ante esta situación, la salida que más frecuentemente encuentran, ha sido recurrir a los test de ancestría”, se explicó.

“Preocupados por su validez, solicitamos a especialistas en genética de poblaciones humanas del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, que opinaran sobre la materia. En su respuesta, miembros del Programa de Referencia y Biobanco Genómico de la Población Argentina (PoblAr) sugieren cautela a la hora de interpretar los resultados de los test de ancestría, y aseguran que los servicios ofrecidos por éstas compañías -algo más de cuarenta en todo el territorio argentino- no pueden arrojar resultados compatibles con parentesco en primer, segundo o tercer grado, por lo que ninguno de ellos puede ser interpretado como prueba fehaciente de filiación”, se indicó.

“Los test de ancestría son test pagos, de venta libre, que ofrecen a los consumidores la posibilidad de realizar turismo genético, es decir, conocer sus orígenes étnicos, el riesgo de desarrollar enfermedades o buscar familiares biológicos. En la actualidad, carecen de regulación legal y las bases genéticas se constituyen a expensas de clientes que devienen en dadores voluntarios de su ADN. La información aportada por los comercios, induce a que los clientes lo perciban como una forma válida y científicamente calificada para aproximarse o conocer  su  identidad de origen.  Lo cierto es que estas empresas no informan a los consumidores conceptos que son fundamentales como la magnitud de las bases de datos genealógicas, el nivel de estandarización de los métodos, la existencia o no de una cadena de custodia (esto es, toma de la muestra, empaquetado, preservación, transporte de acuerdo a protocolos aceptados), la razón de verosimilitud, etc”, se explicó en el comunicado.

“Entendemos que a medida que el hipotético grado de parentesco se aleje, la posibilidad de confusión entre vínculo biológico y afinidad poblacional es mayor. En consecuencia, el uso de los test de ancestría como test legítimos en la búsqueda de identidad de origen posee implicaciones sociales. Tan es así que muchos de los buscadores en ocasiones nos plantean que ya conocen  familiares lejanos y han establecido contacto con ellos  o solicitan nuestra mediación para hacerlo, fundando tal conocimiento en un test de ancestría. Citamos un párrafo alusivo en una publicación científica²: «Personas que han sido adoptadas han creído localizar a sus padres biológicos y posteriormente han comprobado que se trataba de una mala interpretación de los datos». En estos casos, al acontecimiento disruptivo que significó para el buscador saber que no era hijo/a de sus padres de crianza, le podría suceder otro similar  ante la creencia fallida de haber hallado a su familia biológica”, finalizó.

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