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En Astronomía preparan un arco sanitizante para la nueva normalidad

La llegada de la Pandemia Covid-19 ha obligado a toda la sociedad a adaptarse rápidamente a nuevas formas de normalidad diaria. La Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas hizo lo propio y organizó la presencia de trabajadores esenciales y demás actividades con teletrabajo. Se naturalizaron las palabras  «tapabocas», «distanciamiento social» y «sanitizante». No docentes de la unidad académica del Paseo del Bosque pusieron en marcha un proyecto para dar respuesta a la vida cotidiana de la FCAG, en tiempos de pandemia y el día después.

Gustavo Tinto, delegado gremial y miembro de la Comisión Directiva de ATULP, comenzó a ver diferentes cabinas y arcos sanitizantes que estaban en el mercado y también, que algunos compañeros de la Facultad de Ingeniería lo estaban colocando en el Gremio.

«Viendo el arco que pusieron en el Gremio y en las conversaciones con la CyMAT, estaba seguro que para volver a la actividad en la Facultad iba a ser necesario algo así. Se me ocurrió hacer algo parecido pero que se adapte a la fisonomía de nuestro edificio», comentó Gustavo Tinto, quien se comunicó con el Jefe del Taller Mecánico de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas, Carlos Winschu, le envió videos de las ideas que tenía, convencido de que ellos dos, sin duda, podían construir una cabina en el taller a un costo mucho menor a los que maneja el mercado.

Por su parte, Carlos Winschu, seguro de que en todos los protocolos de reingreso a las actividades post aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el gobierno nacional, pedirían algún arco o cabina sanitizante, ya había estado mirando dónde y cómo comprarlos. Así es que se entusiasmó con la idea de su compañero y se encargó de averiguar los precios del mercado, analizando la conveniencia entre comprarlo o construirlo.

«En el momento me pareció además de interesante, necesario. Me dije que en la Facultad van a ir a comprar uno y salen entre 100 mil y 150 mil pesos, entonces hice un presupuesto rápido y vi que en la Facultad podíamos construirlo por las tres cuartas partes de eso, así es que nos pusimos a diseñarlo con Gustavo», cuenta la iniciativa Carlos Winschu.

La propuesta fue presentada a Raúl Perdomo, decano de la facultad, con diferentes modelos y presupuestos estimativos y comparación con el mercado, que fue aceptada de inmediato y así se comenzaron los trámites y coordinaciones para comprar los materiales y comenzar con la fabricación.

«La cabina estará ubicada en el edificio central y el protocolo presentado se completa con una persona que hoy está en la guardia, quien tome la temperatura y los datos de quien ingresa y se asegure que pase a través de la cabina», detalla Tinto.

Tras varias semanas de trabajo, pero finalmente pudieron terminarla y quedar a gusto de ambos, mientras fueron presentando y mostrando los avances.
Sólo resta ubicarla en el lugar correcto y comenzar a utilizarla, garantizando la seguridad de quienes hoy están prestando servicios esenciales y de quienes vendrán en el momento que se pueda volver a trabajar y estudiar en forma presencial.

 

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