Un relevamiento de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de Argentina (AIEPA) reveló que la mayoría de los estudiantes ya usa IA para sus tareas, mientras que los docentes reclaman formación urgente y solo 2 de cada 10 colegios cuentan con protocolos definidos.
La irrupción de la inteligencia artificial en las escuelas argentinas avanza más rápido que las regulaciones institucionales. Un informe reciente de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de Argentina (AIEPA), basado en encuestas y evaluaciones a 148 colegios de distintas provincias, mostró un escenario en el que reina la incertidumbre: los alumnos ya experimentan con herramientas de IA en sus tareas, pero los docentes carecen de pautas claras y piden capacitación urgente.
“Este estudio confirma que estamos en una etapa inicial, en la que la innovación corre más rápido que la regulación interna. Los docentes y los estudiantes ya interactúan con estas herramientas en el aula, pero lo hacen sin un marco institucional común que brinde certezas”, explicó Martín Zurita, secretario ejecutivo de AIEPA.
Los principales datos del relevamiento son contundentes:
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Apenas 2 de cada 10 colegios tienen protocolos claros sobre el uso de IA.
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Más de la mitad de los directivos y docentes reconoció que los estudiantes ya la usan con frecuencia.
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El 77,5% de los docentes pidió capacitación obligatoria, y otro 20% instancias optativas.
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Seis de cada diez educadores admitieron no haber recibido formación específica, aunque expresaron interés en hacerlo.
La mirada de los docentes sobre la IA se describe mayormente como “mixta”: una combinación de expectativa y preocupación. Solo un 7,5% mantiene una visión mayoritariamente positiva, frente a un 10% que la considera negativa.
En cuanto al uso cotidiano, el 68% de los docentes ya emplea alguna herramienta de IA, aunque la mayoría de manera esporádica. Solo un 19% lo hace de forma habitual.
Zurita advirtió que el desafío es avanzar hacia un marco regulatorio común:
“La inteligencia artificial no puede quedar librada al azar ni al uso individual, porque su impacto trasciende lo pedagógico e involucra también cuestiones éticas y sociales. Desde AIEPA creemos que la formación docente es el primer paso para transformar la incertidumbre en una oportunidad”.
La conclusión del informe es clara: la IA ya forma parte de las aulas argentinas y obliga a repensar la enseñanza. La pregunta dejó de ser si se usará inteligencia artificial y pasó a ser cómo y bajo qué reglas.