En Comunidad Profesional, Sebastián Laguto, vicepresidente del Banco Alimentario de La Plata (BALP), la asociación civil sin fines de lucro que funciona desde el 2000 en la ciudad, señaló que actualmente llegan a través de 132 comedores a más de 30.000 personas de la región. En 2022 entregaron 600 toneladas de alimentos, la idea -a través de un proyecto que están desarrollando, que tiene el apoyo de la Red Mundial de Bancos de Alimentos y piensan lanzar en agosto- es maximizar la cantidad de alimentos que pueden redistribuir desde el cordón frutihortícola de La Plata. “Creemos que los próximos años ese tiene que ser el eje de crecimiento del Banco, por muchos factores: por la ubicación geográfica, porque son productos de alto valor nutricional y porque hace a la sostenibilidad que es lo que estamos buscando, de la sociedad en general, tanto a la industria como a la gente que más lo necesita”, expresó.
El BALP es fundador de la Red Argentina de Bancos de Alimentos que nuclea a otros 26 bancos que están en el país, que a su vez pertenece a la Red Mundial de Bancos de Alimentos que tiene sede en Estados Unidos, de la que participan 157 países. “La misión de los Bancos de Alimentos es contribuir a la reducción del hambre a través de la entrega de alimentos a comedores e instituciones que se dedican a esos fines. Tratamos de intermediar entre lo que es la producción de los alimentos, las grandes empresas productoras, en el caso de La Plata también el cordón frutihortícola que hoy es nuestro foco de crecimiento en los próximos años y la gente que más lo necesita”, manifestó.
Proceso de profesionalización
Laguto comentó que están realizando un proceso de profesionalización. “Siempre tuvimos en nuestro ADN trabajar con profesionalismo y eso venimos intentándolo en toda nuestra historia. Ahora estamos en un proceso de actualización de nuestra estrategia”. Comentó que, en ese sentido, al haber cambios y tener nuevos desafíos como poner foco en el cordón frutihortícola para conseguir mejores alimentos de mayor valor nutricional para los beneficiarios están llevando adelante distintos estudios de percepción interna y externa.
En lo interno, trabajando con la comisión directiva, con el staff para lograr más compromiso y tratar de mejorar todo lo vinculado al clima laboral. Y por otro lado, la percepción de los grupos de interés externos, los socios, donantes, la sociedad en general, los comedores para encontrar puntos de mejora, para profesionalizarse más y estar atentos a lo que cada uno de estos stakeholders esperan del Banco para poder llegar mejor a cada uno de ellos.
Al respecto, el vicepresidente del BALP señaló: “Esto es un diagnóstico, me permite saber quién soy, poder tener una imagen clara, cómo estamos y cómo nos ven nuestros stakeholders. También desde el punto de vista de hacernos fuertes en lo que somos distintos del resto de los Bancos de Alimentos del país, que es, por ejemplo, la producción de alimentos. Tenemos una planta habilitada por el Ministerio de Producción de la Provincia donde agregamos valor a los alimentos que recibimos del cordón frutihortícola para de alguna manera facilitar el procesamiento de estos a los comedores”. Además de lograr una forma de financiamiento que les permita seguir adelante con la actividad como es la producción y venta de mermeladas que se venden en una pequeña fracción al público y otra gran parte se entrega a los comedores.
“Eso es un diferencial que tenemos que saber comunicar mejor para que la gente también comprenda cuál es el fin, que más personas se quieran sumar motivados por nuestra misión a colaborar como socios o como voluntarios, empresas que puedan brindar su apoyo como socios del Banco. Profesionalizar la comunicación, somos muy profesionales desde el punto de vista de la manipulación de alimentos y de llegar a los sectores más necesitados pero también tenemos que saberlo comunicar para que el resto lo entienda, se comprometa y pueda valorar todo el esfuerzo y trabajo que hay detrás del accionar del Banco de Alimentos”.
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