Ideas Opinión

¿Cómo se deciden las transformaciones en la ciudad?

Opinión del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires Distrito Uno (CAPBAUNO) sobre el proyecto de renovación integral de la Plaza Moreno anunciado por la Municipalidad de La Plata conjuntamente con el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Esta iniciativa tiene como objetivo de fortalecer su carácter institucional y potenciar la conexión con los edificios públicos que la rodean -Legislatura y Casa de Gobierno bonaerenses y Pasaje Dardo Rocha-, con un costo estimado del orden de los 3.000 millones de pesos.

Más allá de la auspiciosa iniciativa de poner en valor un importante espacio urbano -actualmente algo degradado- y contribuir a la re-jerarquización de la Capital Provincial, la misma es objeto de objeciones desde variados sectores, respecto a la oportunidad para la obra, la relación costo beneficio frente a otras necesidades de la Región, la consideración de las cuestiones patrimoniales, el impacto ambiental de los amplios solados previstos, la pérdida de parte de la forestación existente y otros.

Desde el CAPBAUNO interpretamos que, sin poner en tela de juicio la legitimidad de la iniciativa, resulta cuestionable como metodología de operar sobre el territorio, obviar el procedimiento de consulta al CONSEJO ÚNICO DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL (C.U.O.T.), que es el órgano de opinión y participación sectorial consagrado en la Ordenanza 10703, competente para el análisis integral de las intervenciones y emprendimientos urbanos de gran magnitud o trascendencia.

De idéntico modo, atendiendo a impacto en el turismo y la actividad comercial general del área, aparece como razonable considerar también la opinión del CONSEJO CONSULTIVO PARA EL DESARROLLO, que congrega a representantes del sector productivo, gremial, universitario y eclesiástico de la Región.

Aun entendiendo la importancia de la obtención de financiamiento, no debieran estar las decisiones de obras en la Ciudad condicionadas al enfoque y el interés exclusivo de quien aporta el recurso económico, sin estar intermediada por la opinión de la ciudadanía desde sus espacios representativos.

La Ciudad ya experimentó situaciones similares, como fue la obra del pasaje bajo nivel de 1 y 32, las edificaciones para la Junta Electoral en Meridiano V y otros, oportunamente señalados desde la Institución.

A diferencia de las iniciativas privadas, que son sometidas a rigurosos -y en ocasiones tortuosos- mecanismos de validación, estas obras se concretan sin demasiada exigencia preliminar, más allá de su impacto en diversos aspectos.

Por ello entendemos que la cuestión no es sumergirse en una dinámica paralizante, restar capacidad de acción al gobierno de turno o desaprovechar los recursos provenientes de otros estamentos gubernamentales, pero si valerse de los espacios referidos para garantizar la participación ciudadana en las decisiones sobre la ciudad y la consideración integral de las cuestiones en juego.

Y a la luz de la experiencia reciente, donde al paso de cada administración Municipal y Provincial -de variados signos políticos- se exhiben obras y planes diferentes para la ciudad, se hace más evidente la necesidad de constituir un organismo de planificación para la Región -de carácter interdisciplinar e independiente de las administraciones circunstanciales-, que ayude a la definición dinámica de políticas de Estado, para un esquema de crecimiento y desarrollo previsible y sustentable tanto en lo social, lo económico, lo ambiental y arquitectónico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *