Aportes a la comunidad

La ONG Huellas volvió al voluntariado

Luego de unos 540 días, la ONG originaria de La Plata da nuevamente inicio a su voluntariado presencial en asilos, hogares y comedores en más de cinco ciudades de Argentina.

Huellas es una Organización No Gubernamental que nació en La Plata en el año 2007 y surgió por el deseo de un joven emprendedor que buscaba acercar el hábito del servicio a la comunidad. La idea de realizar un voluntariado diferente donde los jóvenes puedan experimentar durante los sábados cómo la felicidad y el servicio van de la mano.

La ONG tiene como principales protagonistas a los abuelos y niños de Argentina, a quienes les ofrecen pasar momentos de diversión y juego junto a jóvenes voluntarios. Su propuesta innovadora es que los adultos mayores y los pequeños puedan también ayudar a un tercero desde sus posibilidades, haciendo pequeños proyectos que luego son donados a otras instituciones que las requieran.

Dentro de su gran red de ayuda se encuentran comedores, hospitales, hogares, centros penitenciarios, instituciones para niños con autismo, entre otros.

Antes de la aparición de la pandemia, la ONG tenía alrededor de 621 voluntarios activos. Con el tiempo, se alcanzó convocar a más de 1700 voluntarios en CABA, Pilar, San Isidro y Quilmes. Debido a las restricciones impuestas durante la cuarentena, tuvieron que detener sus operaciones y muchos niños y abuelos no pudieron tener más la alegría que les llevaban los jóvenes voluntarios sábado a sábado. Sin embargo, Huellas no dejó que la adversidad los detuviera de cumplir su misión, pues durante más de un año siguió fortaleciéndose junto con su equipo de pasantes profesionales, quienes apuestan por el crecimiento de esta bonita red de ayuda. De hecho, actualmente se encuentran con planes de expansión a dos ciudades nuevas.

Actualmente, luego de una larga espera, Huellas volvió mucho más activa que nunca a la presencialidad. Lo cual, ha permitido que niños, abuelos y voluntarios se reencuentren los sábados por la tarde y compartan momentos de alegría y diversión. La espera fue larga y la ausencia del cariño del otro se hizo sentir, pero la larga espera llegó a su fin. Hoy en día, la ONG espera volver progresivamente a la normalidad para poder seguir cumpliendo su misión y acercar el voluntariado a cada vez más personas.

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