Por Romina Grigioni.
En una conversación con un medio de comunicación nacional, Facundo Manes dijo que no hay un “día después” de la pandemia. En todo caso, “el día después es ahora» y no hay tiempo que perder.
Es momento de aprovechar la situación de aislamiento para formarnos en áreas que están empezando a tener una alta demanda de empleo y tendrán aún más cuando todo esto pase.
El sector que hace punta es la salud. Todo lo vinculado a la medicina preventiva y personalizada. La telemedicina, los servicios de salud se están digitalizando para evitar desplazamientos innecesarios, se ofrecen consultas o terapias a través de videoconferencia. Además, el desarrollo de vacunas y medicamentos seguirá siendo muy importante.
La educación es otro de los nichos que tienen buenas perspectivas. Los especialistas que generen formatos para enseñar que no requieran la presencia tendrán una ventaja competitiva. La educación a distancia llegó para quedarse y se va a potenciar.
Otros sectores son la entrega a domicilio con la utilización de tecnología de seguimiento de productos, ciberseguridad y el monitoreo de ciudadanos, y desarrollos de software.
La pandemia nos está obligando a ser muy flexibles y a aprender. Digitalizar nuestro trabajo, acostumbrarnos a las nuevas tecnologías. Es el tiempo de capacitarnos, de reinventarnos.
La nueva normalidad y lo que traerá el mundo post pandemia requerirá de nuevas aptitudes, habilidades, de nuevos empleos y para ello tenemos que estar preparados.
Es una oportunidad para formarnos y además trabajar en lo que se conoce como ‘la marca personal’: vendernos, qué podemos ofrecer. Actualizar el currículum, contando nuestra trayectoria y todo lo que podemos aportarle a las organizaciones.
Este momento es el indicado para repensar nuestra trayectoria y lo que podemos aportar. Volver a descubrirnos como profesionales.
